Pequeña historia

Pequeño, sin rumbo, la disciplina se despistaba cada vez que hacía falta para cualquier cometido. La felicidad se refugiaba en los libros y en un colchón de 90 cm.

Un par de autobuses, un par de mensajes y un cambio a un sofá cama. Subes y bajas, voz y silencio. Vacaciones.

Estudio y trabajo, pérdidas de memoria y pensamiento. A veces sí y a veces no, quizá depende, pero vacaciones y amigos siempre mejora y formaliza.

Grande, rumbo fijo y comprometido. La felicidad es la vida y la cama de 150 cm.